El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en el ámbito cognitivo y comportamental que inciden negativamente en la vida escolar, laboral o sociofamiliar de la persona.
Con demasiada frecuencia nos encontramos con este diagnóstico en los niños en edad escolar. Muchas veces confundido con problemas de conducta o en niños sin motivación o con dificultades en los estudios.
A pesar de ello, es cierto que un gran número de alumnos sufre la sintomatología propia de este trastorno y también gran porcentaje de estos, recibe como único tratamiento, el farmacológico.
Desde nuestra experiencia, y apoyado por multitud de investigaciones científicas, sabemos que estos niños necesitan de atención psicológica, con un trabajo especifico sobre el déficit de atención, sobre la capacidad de concentración, que provoca gran cantidad de fracasos escolares y por supuesto sobre la conducta, caracterizada en muchos casos por la hiperactividad y siempre y como mayor dificultad por la impulsividad.
El trabajo que proponemos a nivel comportamental, va encaminado hacia la modificación de conducta, anticipación de consecuencias, autocontrol, habilidades sociales, control de la ira y aumento de autoestima (dañada normalmente en estos niños).
Aunque en muchos casos, la terapia tiene que ir acompañada del fármaco, en muchos otros, puede sustituirlo. De este modo evitamos los efectos secundarios que provocan. Y en los casos que sí lo requiere, complementa y refuerza el éxito del tratamiento.
Algunos síntomas:
- Se enfrasca en actividades peligrosas
- Dificultad para quedarse quieto.
- Pierde cosas
- Se distrae con facilidad
- Le cuesta mantener la atención
- Pasa de una actividad a otra
