dislipemia

¿Qué es la dislipemia?

Las enfermedades cardiovasculares (ictus isquémico, infarto agudo de miocardio) suponen la primera causa de muerte y de morbilidad en España. Para intentar evitarlos es fundamental controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II,  dislipemia y tabaquismo). Estos factores de riesgo se pueden controlar en un estadio inicial con sencillas modificaciones en el estilo de vida, especialmente, en la dieta y en el ejercicio.

La dislipemia se define como cualquier alteración en los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Este exceso de grasas facilita su depósito en las paredes de las arterias, haciendo que se estreche su calibre. Se trata de un factor de riesgo cardiovascular mayor.

Se consideran valores límite niveles de colesterol total > 200 mg/dl, o niveles de LDL > 130 mg/dl. Este último, el famoso “colesterol malo”  es el que con más facilidad se deposita en la pared de las arterias. El problema es que este depósito de colesterol no da síntomas, por lo que se recomienda su búsqueda activa para tratarlo de forma precoz.

Detección

  • En población general una determinación anual a partir de los 35 años.
  • A cualquier edad si diabetes o prediabetes, hipertensión, tabaquismo, obesidad o existencia de antecedentes familiares de dislipemia o enfermedad cardiovascular.

Tratamiento

El primer paso es la modificación en el estilo de vida, cambios en la dieta, la práctica de ejercicio físico, tratando de alcanzar el peso ideal, así como el abandono de hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.

La dieta recomendada es la dieta tipo mediterráneo que se caracteriza por el consumo de grasas, principalmente en forma de aceite de oliva, consumo elevado de cereales no refinados, fruta, verdura, legumbres y frutos secos, consumo moderado-alto de pescado, consumo moderado-bajo de carne blanca (aves y conejo) y productos lácteos en forma de yogur o queso fresco, bajo consumo de carne roja y productos derivados y un consumo moderado de vino en las comidas.

Se recomienda la realización de ejercicio aeróbio (correr, andar deprisa, montar en bicicleta, nadar, patinar) durante 30 minutos durante al menos cinco días a la semana. Una forma alternativa de realizar ejercicio físico sería añadir más actividad habitual a nuestra rutina diaria como por ejemplo subir escaleras, ir andando al trabajo o bailar.

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